sábado, 10 de julio de 2010

Feliz Cumpleaños US of A

Anoche no paró de llover. Volvimos de fiesta a eso de las 2 de la mañana y hasta que conseguí quedarme dormida a las 6, el sonido de la lluvia contra la ventana me hizo preguntarme cómo es posible que el tiempo pueda cambiar tanto en tan poco tiempo.

Sé que este post significará un salto importante en el tiempo y destruirá el eje cronológico que hasta ahora había seguido para relatar mis aventuras por este lado del mundo, pero si no lo hago, creo que me costará demasiado tiempo ponerme al día y muchas de las historias divertidas que tengo que contaros se perderán en la memoria pez que tengo. Sé que la última vez que escribí, había prometido “volver” y no permitir que pasara tanto tiempo sin actualizar el blog pero de verdad no he parado de hacer cosas y no parece que la dinámica vaya a cambiar. También sé que antes de escribir sobre el 4 de julio debería escribir un post sobre las últimas semanas del trimestre de primavera. Sé que debería contaros el éxito de mi clase de sevillanas y como tras sólo dos meses y medio de clase mis pupilos actuaron en la iParty siendo el único grupo que hizo un bis durante la noche.

[Clase de Sevillanas G-town Spring 2010]

Tengo muy presente que antes de hablar sobre esta semana, debería hablar sobre lo que es el día de Georgetown, sobre la fiesta que se monta en el campus, la cantidad de comida, actividades y cosas que se pueden hacer a celebrar el orgullo de pertenecer a la familia de los Hoyas. Sé que debería contaros sobre el artículo que una estudiante de master de periodismo hizo sobre mi iniciativa para mezclar las diferentes culturas presentes en la universidad y unirlas con la música o el baile. También sé que os debería hablar de la fiesta de graduación y la entrega de premios que los de mi programa se inventaron para darle aún más glamour a la noche y por supuesto debería hablaros de mi primer Bridal Shower o como lo llamaríamos en España, mi primera despedida de soltera.

[Lo que ocurre entre señoritas, sólo lo saben las señoritas]

Sin embargo, he llegado a la conclusión de que si no cambio la tendencia de contar todo en orden cronológico se me van a acumular demasiadas historias y jamás podré escribir un post sobre la fiesta del bigote en Madrid, la fiesta de la Toga en Hong Kong, mis viajes por Beijing o el road-trip aventura de ir a la playa en Dewey Beach. Esos post llegaran, pero si no paro en seco y re-estructuro la maquinaria no podré contaros detalles tan poco importantes como el hecho de que me he sacado el carnet de conducir del estado de Virginia (válido en el resto de estados de esta gran unión)

 [Ahora sólo falta hacerme con un coche]

Lo dicho, el tiempo cambia (y pasa) muy rápido. En el último post os contaba cómo iba a empezar el mundial y mañana se juega la final. Histórica, por cierto, ya que España está en ella. El mes de junio se ha derretido delante de mis ojos y apenas he podido darme cuenta. A lo mejor, es porque mi cerebro con los 38ºC que hemos sufrido en los últimos días no piensa con mucha claridad pero la verdad es que este verano se me está pasando volando.

Hace una semana llegó María a Washington y juntas celebramos el cumpleaños de la nación. Un amigo nos invito a una fiesta 100% estadounidense y los colores de la patria estaban por todas partes.

[No sé hasta que punto comerte la bandera sea legal, pero bueno.]

[Los gorritos y las banderas no podían faltar en semejante fecha.]

El domingo por la mañana fuimos a ver el desfile del 4 de julio y debo de decir que comparado con el de Memorial Day, deja bastante que desear. En esta ocasión no hubo soldaditos, marineros, ni aviadores marchando en perfecta armonía. Sí hubo un par de bandas que recordaban bastante a los desfiles en Disney pero no nos regalaron ninguna banderita. Supongo porque el negocio ese día era venderlas mientras que en Memorial Day es un orgullo para los Boy Scout repartirlas entre los asistentes.

[El tío Sam, por supuesto, no se perdió la fiesta nacional.]

En la noche del 4 de julio, el plan de todo el mundo es ir a ver los fuegos artificiales. Algunos insensatos se arman de valor y deciden verlos desde el National Mall pero esa es una locura sólo para valientes guerreros. Nosotras, por cortesía de Mariana (mi amiga boliviana que lleva 10 años viendo en DC) nos fuimos a una fiesta en un penthouse en el barrio de Georgetown donde disfrutamos de una vistas, más que bonitas, maravillosas.

[El Glamour... es lo que tiene celebrar en un "roof - top".]

-Stay toon for more-

1 comentario:

  1. te echo de menos paleta!!sige contando mas historias q me rio mucho!!

    LY

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