miércoles, 2 de febrero de 2011

Mis crocs y yo…

Creo que soy incapaz de enumerar las veces que he podido decir “qué cosas más fea” refiriéndome a las Crocs. Para los que no sepan, son uno tipo de zueco con huecos hecho de un material extraño que debe de ser una mezcla entre espuma y caucho. Son bastante famosas, así que seguro que en algún momento de vuestras vidas las habréis visto. Sino mirad en Google. Jejeje.
 
El caso, que me he quejado hasta saciedad de lo feas que son y de lo cutres que deben de ser los estadounidenses como para comprarse no sólo un par, sino los necesarios para conjuntarlo con casi todo. De hecho, estuve a punto de unirme a un grupo de Facebook titulado: “no me importa lo cómodas que sean, te ves ridículo con ellas” y sin embargo, a pesar de mi firme oposición a los susodichos zapatos, debo confesar una cosa:
 
[Mi primer par de crocs]

Que nadie se asuste y piense que después de un año han conseguido lavarme el cerebro y no queda nada de buen gusto en mis neuronas. Como podréis sospechar, la caja para contener un simple par de zuecos es bastante grande. La verdad es que a pesar de mi compra, los zapatos que hicieron famosa la marca me siguen pareciendo feísimos estéticamente pero como bien dice el dicho: Renovarse o morir. No sólo me ha tocado renovarme a mí, también la marca de los cocodrilos en vista del éxito, han ampliado líneas de producto y yo... bueno, digamos que tras un terrible e inexplicable accidente con mis botas de agua he tenido que sustituirlas.

[Fieles a la marca, son ligeras, extremadamente cómodas y supuestamente indestructibles.]

Debo de aclarar que estoy muy satisfecha con mi compra, no sólo me parecen bonitas y no pesan nada, sino que tal y como afirma la marca son muy cómodas y esperemos que resistentes. Porque mis difuntas botas de agua no han llegado a cumplir el año. La verdad es que su ruptura me sorprendió ya que estaba convencida que el caucho estaba fabricado a prueba de todo, pero al parecer la mezcla calor-frio/seco-húmedo deterioran a cualquiera.

A rey muerto, rey puesto y mañana pienso ir a trabajar con ellas. Por supuesto como persona seria y adulta que supone que soy, irán por debajo del pantalón pero la niña que vive dentro de mí podrá presumir de sonrisa y de la compra de un “accesorio” por supuesto completamente innecesario. No sé si sabéis que desde hace un tiempo se venden una especie de botones para decorar a gusto cualquier zapato de esta marca. Pues bien, he caído en la trampa y no pude resistirme a personalizar mis botas nuevas. Os dejo con una foto de mis “jibbitz” que es como se llaman los botoncitos.

[The Green Frog]

-Stay toon for more-

3 comentarios:

  1. Yo tengo unas, cada vez ke las veo me dan ganas de tirarlas, aunque luego me las pongo y recuerdo porque no lo hago!

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  2. Pondría un comentario en tu blog Cactus, pero no puedo porque estoy tirándome por la ventana en este momento.

    Al ver que te habías comprado unas crocs he pensado simplemente en arrancarme todo el pelo, cabello a cabello, pero cuando he visto la foto de la rana..¿¿¿porquéeeeeee???

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  3. hola y cuéntanos un poco la experiencia .que talla hay que escoger ?la habitual de cada una o una mas ?
    y se puede meter un pantalón por dentro o bien son estrechitas de gemelo ?

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