viernes, 15 de enero de 2010

Choque Cultural

 ¿Nunca os habéis preguntado porque somos capaces de caminar por una calle repleta de gente y poder avanzar sin chocarnos los unos con los otros? Creo recordar que esto lo comentamos una vez en clase y la explicación se debía a la comunicación no verbal propia de la cultural. Lo cual, explicaría el porque estoy a punto de colisionar frontalmente con 1 de cada 10 personas con las que me cruzo por las calles de esta ciudad.

Todavía no he podido descifrar su forma de caminar, pero lo que sí me he dado cuenta es que mientras yo (y supongo que todos los eZpañolitos) estoy al tanto de lo que pasa al menos un par de metros delante de mi, parece que los estadounidenses (o ese 1 de cada 10 con el que casi me choco) sólo tiene bajo control el primer metro y claro, la diferencia de “perímetros” resulta en un baile de lo más curioso; mientras yo empiezo a moverme de derecha a izquierda intentando prever sus movimiento y así no chocarnos, esos de dan cuenta de mis balanceos cuando apenas queda espacio para cualquier maniobra lo que obliga a una rápido, casi imperceptible, pero incomoda parada por parte de ambas partes para determinar el nuevo camino a seguir.

En realidad esto no es lo que significa un “choque cultural” pero si lo tomamos de una forma literal, sí que hay choque entre culturas. Jajaja.

Ahora en serio, estos gringos son sorprendentes y me resulta tan curioso, porque se supone que ya conocía su cultura que ya había estado en varios campamentos de verano y que ya había viajado lo suficiente como para tener una buena idea de las diferencias entre ellos y nosotros y aún así hay cosas que no dejan de resultarme raras. Por ejemplo: es de sobra conocido que en Estados Unidos no se dan dos besos al saludar. Vale. Hasta ahí ningún problema. En Latino América se da uno, en Suiza tres y si nos ponemos, en Rusia hasta cuatro. Con lo cual se entiende perfectamente que aquí el tema “saludo” se resuelva con un cordial apretón de manos. Lo curioso es que lo de dar la mano sólo se usa la primera vez que te presentan a alguien. Cuando te cruzas con alguien que ya conoces por la calle y te detienes a conversar, no hay besos y tampoco hay mano. Sólo una distancia de “seguridad” entre ambas personas y una expresiva cara de felicidad por el casual encuentro. Raro.

Personalmente, aún no me ha ocurrido porque los poquitos amigos que tengo son todos latinos y el beso es la mejor forma de demostrar que en verdad nos alegramos de vernos, pero sí he podido presenciar ese extraño y frío rencuentro en la calle y no dejo de darle vueltas. Con lo genial que son los besos…

Otra cosas que me ha llamado bastante la atención es el gel ese transparente que se usa para limpiar las manos sin necesidad de crema. Algunos puede que lo hubieran visto antes del pánico generalizado de la gripe A, pero sin duda a partir de ese subidón alarmista de gérmenes se puso totalmente de moda o al menos esa fue la sensación que me dio en España. Aquí es más fácil conseguir ese gel que comprar chicles. Con eso digo todo. Además la gente lo usa como si de respirar se tratara. Lo se, porque den el bus de camino a la universidad, no hay viaje que alguien no lo use. Es lo que tiene utilizar una crema que huele a alcohol, la gente de alrededor no tiene grandes dificultades para identificarla. Sólo espero que en unos años se demuestre que eso de usar gel desinfectante sin aclarado sea terrible para la piel porque en este país tendrán serios problemas. Con lo sencillo que es usar jabón y agua si te sientes sucio…

Por último, no puedo terminar este post sin hacer referencia a las medicinas y el alcohol en Estados Unidos. Para los que no hayan viajado por estos lugares del planeta, sólo explicaros que lo que aquí se llama farmacia, más que farmacias son pequeños mercaditos donde en la mitad de los pasillos están dedicados a alimentos, bebidas y dulces varios y en la otra mitad encuentras todo tipo de vitaminas, aspirinas, tiritas y potitos. Si necesitas algo más serio en cuestión de medicina, debes ir al fondo del establecimiento donde sólo te atienden con receta médica y el tema de la receta es curioso, porque mientras que en España puedes comprarte unos omeprazol (antiácidos) sin problemas, aquí tienes que pasar previamente por el médico para que te los recete. Otro ejemplo que se me ocurre son los anticonceptivos. Sí, la primera vez la gente va al médico y te dicen cuales vas a tomar pero después mes a mes en la farmacia no te piden receta. Aquí sí.


Si en la farmacia teníamos comida suficiente para comprar la cena y un litro de leche, en el supermercado tenemos de todo lo imaginable, aunque supongo que nada que no podamos encontrar ya en un Carrefour. Desde herramientas hasta decoración para los cumpleaños. Así como flores y tarjetas varias. Eso sí, no busquéis una botella de vino para acompañar la cena porque no la encontrareis. De hecho, según me han informado, son pocos los super que tengan cervezas en sus estanterías. Al parecer, para comprar cualquier tipo de bebidas alcohólicas toca ir a una licorería. Me pregunto si esa costumbre deriva de la ley seca.

-stay toon for more-

2 comentarios:

  1. Muy muy interesante KTS. La ley seca fue un error y es probable que sea un vestigio de aquella época. También deberías tener en cuenta las cuestiones de resposabilidad civil derivadas de actos realizados bajo los efectos del alcohol. Por cierto en las licorerías...¿Tienen muchos tipos de cerveza? Lo digo para hacerme a la idea cuando vaya a verte.

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  2. Supongo que viviendo en Arlington no habrás comprobado aún cómo, a las 5 de la tarde, el DC se convierte en una ciudad fantasma. Da miedo.

    Un beso Cats, pásalo muy bien y recuerda, en Chinatown tienes buses a NYC por 35$ ida y vuelta! Te puedes marcar algún buen viaje por la costa este gracias a los buses de los chinos!!

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