Poco a poco, sin prisa pero sin pausa, a lo largo de esta semana he ido instalándome en lo que será mi casa durante el próximo año y medio. La verdad es que la mudanza fue todo un ritual lleno de etapas y pequeñas conquistas. El domingo fuimos a Ikea, el lunes me cambie de casa del chileno a casa de mi prima Sabina. El martes con los suelos de toda la casa ya instalados empecé a organizar el piso.
Igual que cuando Dios creó cielos y tierra, vio que la tierra estaba desordenada y vacía y entonces separó la luz de las tinieblas, cuando llegué, mi piso estaba vacío y desordenado y por eso lo primero en la lista fue “crear la luz”.
Igual que cuando Dios creó cielos y tierra, vio que la tierra estaba desordenada y vacía y entonces separó la luz de las tinieblas, cuando llegué, mi piso estaba vacío y desordenado y por eso lo primero en la lista fue “crear la luz”.
[Primer “mueble” de mi nueva casa “construido” por mi :)]
Una vez hubo luz, igual que los hombres de las cavernas cuya principal preocupación era conseguir alimento, me encargué de la cocina. Desafortunadamente, no pude distribuir las cosas en sus respectivos cajones y estantes ya que hasta el jueves por la mañana no venían a fumigar el piso y la cocina tenía que estar vacía hasta entonces.
Una vez hubo luz, igual que los hombres de las cavernas cuya principal preocupación era conseguir alimento, me encargué de la cocina. Desafortunadamente, no pude distribuir las cosas en sus respectivos cajones y estantes ya que hasta el jueves por la mañana no venían a fumigar el piso y la cocina tenía que estar vacía hasta entonces.
[Puede que no la pudiera ordenar, pero mi gran amigo el microondas sí encontró su sitio]
Entre paseo de un cuarto a otro, se me ocurrió mirar por la ventana y descubrir que cerca del contenedor de basura alguien había dejado cuatro preciosas sillas abandonadas. Después volví a mirar a mí recién adquirido y vacío piso y no me lo pensé dos veces: Esas sillas tenían que ser mis nuevas sillas de comedor. Por supuesto habrá que desinfectarlas y cambiar la tela de los asientos, pero en efecto quedan muy bien en mi piso.
Entre paseo de un cuarto a otro, se me ocurrió mirar por la ventana y descubrir que cerca del contenedor de basura alguien había dejado cuatro preciosas sillas abandonadas. Después volví a mirar a mí recién adquirido y vacío piso y no me lo pensé dos veces: Esas sillas tenían que ser mis nuevas sillas de comedor. Por supuesto habrá que desinfectarlas y cambiar la tela de los asientos, pero en efecto quedan muy bien en mi piso.
[Ojo al plástico “protector”, otra costumbre muy gringa]
Tras “el robo” de las sillas, era hora de ir a clase y como todavía no tenía cama en mi piso, volví a pasar la noche en casa de Sabina. El miércoles por fin llego la cama y con ella la necesidad de ir al supermercado para oficialmente instalarme en la nueva casa. La aventura del supermercado es de lo más larga y surrealista pero a modo de resumen os diré que debido al volumen comprado, a la ausencia de coche y a la falta de un servicio de entrega a domicilio, tuve que recorrerme varias calles con el carrito del supermercado tal y como si fuera una loca sin hogar que viaja con todas sus pertenencias a cuestas. Además, por si no llamara suficientemente la atención con el traqueteo propio de un carrito a rebosar de cosas os informo que dicho carrito no era el típico de metal que hay en España. No. La “cestita” de este carrito era de plástico color “rojo intenso”. Vamos que se me podía ver y oír a varias cuadras a la redonda. Todo un espectáculo. Ah! Que no se me olvide. Si pensabais que Catalina es un nombre famoso por Catalina de Rusia, de Siena y tantas otras Catalinas importantes, os cuento que en Estados Unidos tiene una nueva acepción:
Tras “el robo” de las sillas, era hora de ir a clase y como todavía no tenía cama en mi piso, volví a pasar la noche en casa de Sabina. El miércoles por fin llego la cama y con ella la necesidad de ir al supermercado para oficialmente instalarme en la nueva casa. La aventura del supermercado es de lo más larga y surrealista pero a modo de resumen os diré que debido al volumen comprado, a la ausencia de coche y a la falta de un servicio de entrega a domicilio, tuve que recorrerme varias calles con el carrito del supermercado tal y como si fuera una loca sin hogar que viaja con todas sus pertenencias a cuestas. Además, por si no llamara suficientemente la atención con el traqueteo propio de un carrito a rebosar de cosas os informo que dicho carrito no era el típico de metal que hay en España. No. La “cestita” de este carrito era de plástico color “rojo intenso”. Vamos que se me podía ver y oír a varias cuadras a la redonda. Todo un espectáculo. Ah! Que no se me olvide. Si pensabais que Catalina es un nombre famoso por Catalina de Rusia, de Siena y tantas otras Catalinas importantes, os cuento que en Estados Unidos tiene una nueva acepción:
[También existe la versión Light]
Una vez superada la odisea del mercado y el carrito, había que irse a clase y a la vuelta estaba tan cansada que ni vaciar maletas ni nada. Directos a la cama, a estrenar almohadas, edredones y sábanas.
Una vez superada la odisea del mercado y el carrito, había que irse a clase y a la vuelta estaba tan cansada que ni vaciar maletas ni nada. Directos a la cama, a estrenar almohadas, edredones y sábanas.
[Mi rincón favorito de toda la casa]
El jueves, llego el “exterminador” que supuestamente se encargó de aniquilar todas las cucarachas que hubiera por la casa, aunque estos bichitos son muy inteligentes y he tenido que encargarme personalmente de algunas. ¿Lo bueno? Que la cucaracha gringa no es como la española negra, redondita y crujiente en el momento de ser aplasta. Las cucarachas de este país (por suerte) son mucho más pequeñas que las europeas y de color marrón, con lo cuál aunque dan un poco de asco no es tan horrible como cruzarse con las del viejo continente. Por supuesto sobra decir que el “Raid-mata-todo” con aroma a limón se ha convertido en mi mejor amigo. Además del exterminador, vino el técnico de Comcast, mi proveedor de Internet y con ello, volvió la comunicación con el resto del mundo, el acceso a Factbook, Skype, el email y mil sitios más donde el tiempo parece que simplemente desaparece con lo cuál para cuando me quise dar cuenta, tenía clase y otro día se había volatilizado en cuestión de segundos. Llegando sin casi notarlo al viernes, día en el que oficialmente me instalé en casa ya que ayer finalmente desempaqué. No se para los chicos, pero una mujer se siente de verdad en casa cuando toda su ropa ocupa las repisas y ganchos de su armario.
El jueves, llego el “exterminador” que supuestamente se encargó de aniquilar todas las cucarachas que hubiera por la casa, aunque estos bichitos son muy inteligentes y he tenido que encargarme personalmente de algunas. ¿Lo bueno? Que la cucaracha gringa no es como la española negra, redondita y crujiente en el momento de ser aplasta. Las cucarachas de este país (por suerte) son mucho más pequeñas que las europeas y de color marrón, con lo cuál aunque dan un poco de asco no es tan horrible como cruzarse con las del viejo continente. Por supuesto sobra decir que el “Raid-mata-todo” con aroma a limón se ha convertido en mi mejor amigo. Además del exterminador, vino el técnico de Comcast, mi proveedor de Internet y con ello, volvió la comunicación con el resto del mundo, el acceso a Factbook, Skype, el email y mil sitios más donde el tiempo parece que simplemente desaparece con lo cuál para cuando me quise dar cuenta, tenía clase y otro día se había volatilizado en cuestión de segundos. Llegando sin casi notarlo al viernes, día en el que oficialmente me instalé en casa ya que ayer finalmente desempaqué. No se para los chicos, pero una mujer se siente de verdad en casa cuando toda su ropa ocupa las repisas y ganchos de su armario.
[Hogar dulce hogar]
-Stay toon for more-
Interesting my sweet cow...besos!tu ermano!tkiero.
ResponderEliminarCucarachas :$ PERO QUE!!!!!? Y que tal el super, visitaste tu estante favorito jajaja jaja
ResponderEliminarTiene una pinta super acogedora tu hogar!!! Espero q lo disfrutes y nos mantengas informadas de tu aventura americana!!
ResponderEliminarPD: un consejillo, no pises a las "cucis" xq esparciras x toda la casa los huevos pegados a tus zapatillas (3 años de colegio mayor me han dado el master en cucis!!jaja)
Besitos, Paula
Me niego a visitarte, por lo menos hasta que dejes de tener compañeritos de piso....x lo demás es mu bonitoooooo
ResponderEliminarIsa
Tatuchi,
ResponderEliminarTu blog me acompaña y entretiene mucho.
Eres una narradora de pelicula.
Besitos
tu tía Calla
Me encanta la catalina light... icooooo
ResponderEliminarFdo.: Bort
P.d.: Ya veo que Ikea también ha colonizado tu casa, jajaja